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Mostrando entradas de diciembre, 2022

La Apanjoray - José Respaldiza Rojas

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                                        Puede que esta historia le cause cierto rechazo, pero considero que debemos enfrentar nuestra realidad, sin maquillajes y diseñar alguna solución. El calendario marcaba 1954 y la hacienda familiar andaba en mengua, pues como dice el refrán: Do sacan y no pon, presto llegan al hondón. Debido a eso mi madre le suplicó que le buscara un trabajo al tío Ruperto. Es así que acompañé a mi madre a Mayocc, uno de los tantos pequeños pueblos olvidados de nuestra patria, a muchísimos kilómetros de Lima, también conocido como Lagunoyoc en razón a que un cerro se desmoronó sobre el Mantaro impidiendo su fluir recorrido y formando una inmensa laguna, que duró muy poco, pero esa es otra historia, volvamos a lo nuestro, este alejado pueblo es, como dicen, un lugar Donde el Diablo perdió su poncho. Allí la extrema pobreza moraba en casa de casi todos sus pobladores. A propósito sus viviendas de un solo piso eran de adobe, sin ventanas. Salimos de la burbuja l

La leyenda del suicida (Entre sombras de lo real) - Kim Bertran Canut

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  A Sócrates Expósito, la vida nunca le había dado un abrazo. Nacido de la tormenta, ésta sería su noche, su frente, su perfil…su acompañante. La triste composición de una partitura inacabada. Siendo apenas un niño, una hemorragia de lágrimas le creó una herida que sería eterna, ya por entonces empezó a odiar las cenizas de aquel maltrecho mundo a punto de hundirse. Pasaron algunos años, y cansado de recibir tantas puñaladas, decidió una luminosa mañana, poner fin a su atormentada existencia. Con una gruesa cuerda de cáñamo, escondida bajo el abrigo, marchó de casa, orgulloso, masticando la sonrisa del predestinado. Durante varios meses lo había estado planeando con detalle y precisión. - Bien! se dijo, hoy es el gran día…vamos allá. Comenzó a bajar los estrechos peldaños del viejo edificio tan apresuradamente, que resbaló en un rellano encerado -¡qué susto, Dios! Con suerte se sujetó a la barandilla. - Casi me rompo una pierna, podrían colocar un cartel de aviso. C