Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como concurso Historias de inmigrantes

Julio Abancéns

Imagen
Benito Quinquela Martín Marumba* Sus noches son largas y confusas. Su realidad esta signada por un gran pastillero que marca la entrada de cada día. No llega a entender porqué las lágrimas de sus hijas, que aprietan su dolor acompañado de ternura. Lo ven poco, porque no pudieron aprender a mezclar el dulce canto de sus brazos fuertes con la mirada lejana. Nelly, la del día, le habla sin descanso. Su rutina lo encuentra con la magia del despertar en un día nuevo, donde no hay nada atrás, donde se presentan a su encuentro sus corridas por las montañas de Demues. El olor del membrillo, el calor en sus brazos terminando una madreña, el abrazo de su hermano en el puerto de Buenos Aires, la voz de esa hermosa cantaora que le susurraba con los ojos, el llanto de su hermana, a lo lejos, amando los colores del nuevo mundo. Nelly, la de la noche, se sienta a su lado, paciente, en silencio. Posa su mano en sus arrugas esperando ansiosa que pueda alcanzar ese sueño que algún día, tal vez, l...

Elena Marqués Núñez

Imagen
Abbas Kiarostami La vuelta de Aaminah*   Tenía los ojos cerrados, pero no dormía. Con la pierna estirada y entumecida, Aaminah se sostenía a duras penas entre dos cajones inmensos de cuyo contenido nadie se atrevía a hablar directamente. No cabía un alma en el furgón. En el regazo dormía Rashid. Después de masticar con desgana los trozos de pan que su hermano Hazim cogiera al vuelo en el reparto, aún estuvo llorando dos horas. La fiebre le había subido un poco y el calor era sofocante, pero el agotamiento pudo con él y acabó abandonándose a un sueño pesado y benefactor. Su pecho subía y bajaba en sincronía perfecta con el traqueteo del camión. Eran las doce. Aaminah empezó a recordar uno por uno todos sus errores: la disputa a voces con su madre, que de vieja desvariaba más que de costumbre; la salida apresurada del pueblo, sin despedidas ni reproches; la muerte de Faisal en tierra extraña por una discusión de poca monta. ¿Dónde estarían ahora? Mas ya no cabían la marcha a...

Magda Lago Russo

Imagen
Cándido Portinari La vida nos da sorpresas…*                                                                                E l avión surcaba el cielo con serenidad, el tiempo había sido favorable durante el trayecto realizado durante la noche anterior. Aun faltaban muchas horas para llegar a destino. Las  nubes daban permiso al sol que con su luz parecía alumbrar la ruta marcada. Algunos de los pasajeros dormían, de diversas formas, acomodando sus cuerpos  lo más placenteramente  posible, otros recostados en el asiento escuchaban,  auriculares mediante, la música de su agrado...

Eduardo Elías Rosenzvaig

Imagen
             imagen: (c) Abbas Kiarostami  Eduardo Elías Rosenzvaig LAS HISTORIAS CONTADAS DEL LÍBANO CON ACEITUNAS* Un día domingo por la tarde nos encontramos con Antoinette Ahualli, mujer revolviendo entre las bolsas sus pertenencias, por lo menos las que consiguió no perder en años de traslados por casas en que viviera y fue dejando.  Ya que hace por lo menos treinta agostos, nos dice, no siente la necesidad de un domicilio personal, permaneciendo de tiempo en tiempo en viviendas de algún familiar o amigo, considerándose una nómada del desierto de alguna manera a los ochenta años.  ¿En qué parte de la imaginación o su corazón o de la vida está el desierto?  Es otra idea de desierto el suyo, uno sin el cuál es imposible vivir, sea selvático o de pura arena blanca. “¿Quieres que te cuente desde el Líbano?  Allí vivía mi padre, en la montaña, como aquí San Javier, así era donde vivía mi padre, Deir el-Qamar o Bagarán,...

Cecilia Gabriela Palazzo

Imagen
                                              Cecilia Gabriela Palazzo   ROSA DE INVIERNO*     Rosa abrió lentamente sus ojos, desperezándose con lentitud mientras bostezaba… Se sentía el frío de julio, aunque el departamento tenía un agradable calorcito que llegaba hasta sus huesos. Todavía envuelta en las frazadas, disfrutaba de ese apacible momento que marca el devenir entre el sueño y la vigilia. Lentamente se iban separando sueños de pensamientos mientras dejaba que los sonidos familiares penetraran en su mente: los suaves pasos de Nita  que preparaba el desayuno, el ruido de motores en la calle seis pisos por debajo de su céntrico departamento en La Plata , la suave lluvia que tamborilleaba sobre las ventanas…        Parecía la misma lluvia que muchos años antes, había caído sobre su cuerpo de niña allá ...