Cecilia Alejandra Alarcón

El cuaderno azul Hace unos años falleció mi bisabuela. Ella fue quien me enseñó todo sobre la creación del mundo; nada sobre adanes y evas, nada de grandes explosiones, la historia que me contó fue otra, no sé si real pero llena de magia y poderes exquisitos. El día de su muerte, mientras todos se ocupaban de dividirse los bienes, me metí en su habitación secreta, donde ella solía ser libre y dibujar hasta que le sangraran las manos. Era un cuarto muy oscuro si permanecías con los ojos abiertos, pero al cerrarlos – ese era el secreto – se llenaba de colores, de luz y de innumerables pájaros parlanchines que enseñaban desde la filosofía griega hasta dibujar nubes. Sabía que ahí mi “nona” (así me gustaba decirle) guardaba un pequeño cuadernito teñido de azul gastado que al abrirlo inundaba con una increíble luz sepia; una luz usada pero bellísima al fin. Allí guardaba sus dibujos más preciados y la historia del hombre, una historia que según ella le había sido transmitida por un d...