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Mostrando las entradas etiquetadas como escritoras brasileñas

Una noche con Cortázar - Márcia Batista Ramos

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  Márcia Batista Ramos    Mis anteojos se cayeron al suelo no escuché ruido cuando chocaron con las baldosas , se hicieron a ñicos y recordé la Historia Verídica de Cortázar, después, con gran ansiedad, me agaché para juntarlos y al hacerlo me desperté. La noche seguía oscura y mi corazón latía más fuerte, sabía que el libro reposaba en el velador a mi lado, pero podía hacer parte del sueño que soñaba, no había certeza de nada en aquel momento… En la oscuridad se siente el caos y el dolor aparece repentinamente, entonces, uno piensa que hace mucho frío en ciertos lugares y que es duro combatir en la nieve, asimismo, es difícil manejar los cuerpos sangrantes en el calor porque desprenden olores muy nauseabundos. Así, en la oscuridad con su silencio incluido, pienso en La conservación de los recuerdos y me percato que crucé el umbral del nuevo año y no sé si debo hacer un conteo de todo lo que fue o hacer la lista de lo que me gustaría que sea, para en caso, de que ...

Más allá del álamo, antes del muro - Márcia Batista Ramos

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   Márcia Batista Ramos   Hace dos semanas que el álamo empezó a derramar sus hojas anunciando la llegada del otoño que, oficialmente, empezará en dos días. Esta mañana me quedé mirando por el vidrio de la ventana de la cocina las hojas amarillentas que corrían por el patio arrastradas por el viento. Sentí que alguien me observaba también, levanté la mirada y vi que un par de ojos me espiaban más allá del álamo, antes del muro. Aun temiendo perderlos de vista, me alejé de la ventana y salí por la puerta hacia el patio bañado por la luz de marzo, en busca del par de ojos que me observaban más allá del álamo, antes del muro. Al acercarme sentí un escalofrío y por un instante, no se explicar, ya no los vi, simplemente no estaban ahí mirándome. Entonces, retrocedí sobre mis pasos y los busque con la mirada, porque yo los había visto un momento antes, más allá del álamo, antes del muro. Yo sabía que estaban ahí, como las estrellas que siguen brillando en plena luz del ...

Sábado a través de la ventana -Márcia Batista Ramos

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  Márcia Batista Ramos   “Quisiera electrizar mis ojos y sacudirles su inercia doméstica.” [i] Alejandra Pizarnik   Miro por la ventana el sábado nublado a fuera, pongo atención al canto de los pájaros, viene a mi mente la pureza de todo lo que no es humano. Hace tiempo que ya nos dijeron que “solo Enoc, Abel, Job, Daniel y Melquisedec son puros” y les creímos. Empero, no recuerdo si nos dijeron por qué. El aprendizaje llega a borbotones de dentro hacia fuera, alimentado por los conocimientos e instrucciones que recibimos de afuera, se procesa adentro y lo expresamos hacia afuera, dicen que es un crecimiento personal, pleno de luces y de sombras. El viento es la circulación del aire de un lugar a otro, con más o menos fuerza, pero hoy, particularmente, está circulando, con más fuerza. Haciendo que las ramas de los arboles zarandeen, como si alguien tocara una canción con frenesí y les obligara a bailar a su ritmo. Alejandra está botada en el sillón con los o...

Borges, pensé que te soñaba - Márcia Batista Ramos

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  Borges y su gato Bepo, con cuadro de Norah Borges - recreación MNBA   Anoche, yo no sabía si dormía y soñaba o si realmente uno de los más brillantes y polémicos escritores de América del Sur, Borges, estaba allí con su bastón y sus ojos ciegos, observándome con los ojos del alma, como solía hacer cuando estaba en un parque soleado o en un salón previo una conferencia. Pensé en las herencias de familia: en relación a la población mundial son raras las personas que heredan un millón de dólares de su familia, la mayoría no hereda ni un ropero usado, por el contrario, heredan la facilidad de engordar o alguna tendencia al sufrimiento y lo más de las veces, un gen que marca la diferencia en la existencia, como fue la ceguera en el caso de Borges. Primero su bisabuelo, después su abuela, luego su padre y finalmente Jorge Luis. Sí, el escritor fundamental de la literatura en la lengua española del siglo XX, al mismo que le fue negado el Nobel de literatura, su cuerpo fue p...

Inundación - Márcia Batista Ramos

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  Juan Bassani, Inundación en La Boca Márcia Batista Ramos Tengo una lejana memoria de que afuera se escuchaba la lluvia, torrencial e impiadosa, que no daba tregua a la noche oscura. Los ríos y quebradas aumentaban su caudal a cada segundo llenando las calles, las calzadas y los parques. Los autos parqueados, empezaban a flotar como góndolas venecianas, por las calles canales de la gran ciudad. Los pájaros, abandonando sus nidos mojados, cargados de dolor, buscaban resguardo en los edificios. Adentro, el agua escurrió por el piso, subió por la cama, por las paredes… Lavando los cuadros, el Cristo de mi cabecera, los muebles, el empapelado. Alcanzó la araña que colgaba del techo y luego el techo. En medio del sonido silencio, que produce el agua, vi un manojo de cartas amarillas, amarrado con una cinta rosada, en el cajón semi abierto del velador, donde guardo los pralinés con el retrato de Sissi en la lata. Pensé: - “Son las cartas que nunca recibí.” Miré la alfombra rosada,...

La primavera de 1649 - Márcia Batista Ramos

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  Brueghel el Viejo, El triunfo de la muerte (fragmento) Márcia Batista Ramos  "La primavera invita a una fiesta y a veces, a fiestas macabras, tan espantosas, como de la peste en Sevilla." Todos vivimos en paz, armonía y esplendor, hasta que la gran maldición cayó sobre nosotros, entonces, cuando el desorden y el caos cayeron sobre el mundo, como una llovizna que moja suave y constante penetrando los campos, las ciudades y las gentes, todo cambió radicalmente, de muchas formas todos nos vimos afectados por aquella purga desbocada de mediados del seiscientos que no tuvo compasión con ningún cristiano. En los soleados y agradables días de primavera, en las primeras semanas del mes de mayo de 1649, sucedió aquella gran catástrofe: la peste. En los siglos anteriores, otras pestes, asolaron nuestra ciudad, así que, con la experiencia que la historia nos proporciona, de inmediato, el Ayuntamiento creó una Junta de la Salud, que ordenó medidas preventivas con fórmulas de pr...

ADN - Márcia Batista Ramos

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  Ricardo Carpani- ¿Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos?* Márcia Batista Ramos  Los padres de algunos de mis abuelos, prefirieron ser cobardes vivos a ser héroes muertos y se marcharon de Europa apiñados en navíos, para no entregar sus vidas en la primera gran guerra que no les pertenecía, que ellos ni siquiera entendían las razones, en un tiempo que nadie les explicó ningún motivo, pero exigían el sacrificio de sus jóvenes vidas. Ellos tuvieron valor de agarrar su maleta con una muda de ropa y dos camisas, una foto de sus padres, un cuaderno de apuntes con un lápiz de carbón, un peine de hueso, unas pocas monedas y cruzar el océano, para adaptarse al nuevo idioma, en muchos casos, para introducirse en una nueva sociedad y preservar sus vidas. Vestían sombrero y corbata. Algunos trajeron en el bolsillo el reloj que su padre les heredó al momento de la despedida, de la eterna despedida… Una cadenita de oro con un crucifijo o un pequeño escapulario con la foto ...

Último soliloquio de un chiquitano - Márcia Batista Ramos

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  Márcia Batista Ramos  Nací en esos Llanos de Chiquitos , un lugar con abundantes especies de maderas duras y espinosas, tierra de pastizales donde se encuentran árboles como las palmeras, palos borrachos, g uayacanes, algarrobos y qu ebrachos. Más al norte de los Llanos de Chiquitos, se encuentran selvas de galería en las riberas y valles de inundación de los grandes ríos tributarios del Amazonas, se encuentran grandes árboles de ma dera blanda , típicos de la amazonia como la caoba, algunas arbóreas valiosas por sus aceites, esencias, bálsamos e incluso el árbol del caucho en el extremo noreste de esta región que yo llamo de mi tierra, heredada de mis ancestros que viviero n en ese lugar, desde el empiezo del tiempo. Mi padre es ​un hombre del monte, criado sin zapatos, pis ando suave para no espantar la caz a y traer algo de carne para la mesa; también sab e pescar y fue él quien me enseño el nombre de los pájaros, de los animales del bosque, de los peces, de...