Entradas

Pastís de Bohemia ...(marzo 2001) - Kim Bertran Canut

Imagen
  imagen diseñada por IA   Desde la onírica posada “la lenta agonía del poeta en el infierno etílico”. Tiranión, el náufrago, ve como se aleja la ola que le trajo el equipaje hasta su playa existencial. Cruza los dedos y se retuerce de dolor. -Permítame que le aconseje la costa-había prescrito el doctor José Curado de Raíz, orientando posibles dudas a su paciente. Las palabras del especialista fueron directas y precisas, tal como él exigía: Una enfermedad pulmonar le minaba la vida por el corto atajo de unos meses. Y he aquí un billete de tren, la estación y el hombre en el último y silencioso andén que el destino le deparaba. Jeremías es un visionario que ha llegado a Barcelona para estudiar la cultura milenaria de la ciudad, sonríe… Saturio, taciturno y abotargado, disfrutaba de aquellas montañas rocosas donde antaño habitaron los guanches en el interior de las cuevas todavía con espíritus de los primitivos isleños. Por el día, Desiderio paseaba acariciando las aguas...

La casa de los colibríes - Araceli Otamendi

Imagen
  La abertura apareció al alba, un vacío repentino en la pared como si la realidad hubiera olvidado   completar el dibujo. El anochecer llegó sin transición. Nada se veía. La oscuridad lo cubría todo. Ya en la calle, allí estaba ella, la mujer caminando a mi lado, escalaba   el desmoronamiento, el montículo de tierra que impedía  cruzar al  otro lado. Era una mujer con unos cuantos años encima, sin embargo caminaba  con la  seguridad de quien sabe atravesar zonas difíciles, a veces  imposibles de escalar y no caer. Al alcanzar el suelo, la mujer siguió caminando. La luz volvió,   las calles habían rehecho sus pactos. La vitrina, que exhibía     flores ahora también exhibía herramientas inmaculadas, afiladas, como palabras antes del discurso. Encontré una construcción casi familiar, la casa, ¿de quién? Y entré. Dentro, un hombre y una mujer   preparaban vegetales, casi con  ritmo. Ninguno de los d...

Mi tía Fanny, detective privado - Diego Rodríguez Reis

Imagen
    Diego Rodríguez Reis  “Usted conoce mi método: se funda en la observación de minucias” Arthur Conan Doyle, “El misterio del valle de Boscombe”   Bien temprano y antes que nadie, llega, como siempre, tío Alfredo. Diario y facturas bajo el brazo. Hace un mate, solo (Tía Estela siempre viene después, si viene) y sin pedir permiso. Los domingos, o en reuniones familiares extraordinarias, nuestra cocina es una extensión de la cocina de su casa. Va y viene a discreción. Una hora más tarde (máximo) cae la segunda persona: mi tía Fanny, indeclinablemente. Tía Fanny llega y pone la pava al fuego. Después, husmea en todas partes, revisa todos los rincones. El entrecejo fruncido y la nariz ganchuda levantada, las pupilas como puntas de alfiler: nada escapa a su mirada atenta. Recién cuando el agua empieza a chillar y constatada toda la casa (todos los cambios y todas las permanencias) se sienta en el sillón viejo de la esquina del living―comedor, su sillón predi...

Viejecito (1996) Kim Bertran Canut

Imagen
  Brillaba la noche en el camposanto. Tierra de pasados enterrados. Nacían los recuerdos donde no había más cielo que el suelo que pisaban los pensamientos, a la busca de la inmortal ausencia. Huesos y crisantemos, oraciones y depresiones, ¡qué lugar tan eterno! Daba miedo caminar por la espesura y la Luna bañaba la negrura. Corría la lágrima sincera por la mejilla de mármol, de la escultura. La Dama lloraba tanto, leyendo arrodillada la pequeña esquela inscrita en la sepultura. Sombras, claroscuros, el vagabundo come el aire, sentado, sobre una fresca losa, al cobijo del tiempo, de la inmensa soledad y del silencio espacial. Espera tranquilo mirando los edificios ficticios de los duendes invisibles, que respiran en sus tumbas cerradas. Duerme al amparo de unos brazos ancestrales, fantasmales pero queridos, amigos conocidos. Ángeles de los vagones de trenes que compartieron largos recorridos de aliento y peligro. Sueña en lluvias de ayeres, en nieves y atardeceres, en a...

Descansa en paz ...(Recuerdos) , agosto de 2010

Imagen
    ilustración creada por IA    Ocupa en los despoblados del ocaso, el último vagón de un tren abandonado. Ramiro Smith González,   frisando el tongo de un round llamado pasaje, se acuerda de su andadura tortuosa. Sintiéndse taciturno por tantos golpes encajados, unas veces entre las cuerdas, y muchas más contra el suelo, destruido, frente a miles de miradas despiadadas. Posee los ojos del color de la experiencia, infinitas muescas de supervivencia en el semblante…Ha cruzado el puente de la vida, en   innumerables ocasiones, con coraje, sin lanzarse por el abismo de la desesperación, a veces salvado por la resonancia de la sangre en el adversario, otras, la soledad le lastimó, advirtiéndole de una probable compañera que sería eterna. Versado en acometidas desperdiciadas, aposentado en una longeva dolencia, la de la espera del postrero asalto…se mantiene en pie, en este   instante doloroso de reconocer los errores al final del recorrido. Cuaren...

El cristo bebedor - Diego Rodríguez Reis

Imagen
  imagen creada por IA   Diego Rodríguez Reis  “No reducirse a una obra; sólo hay que decir algo que pueda susurrarse al oído de un borracho o de un moribundo” E. M. Cioran, Del inconveniente de haber nacido   Se despierta, ni tarde ni temprano, una luz mínima entrando a través de la persiana. Estira el brazo bajo la cama, manoteando en el vacío, encuentra la botella. Le queda menos de la mitad. Pega un trago largo, para despabilar. Piensa, intenta pensar, hasta que lo vuelve a ganar el cansancio, el aburrimiento. Se duerme con la botella entre los brazos. Vuelve en sí algunas horas después. Ya decididamente de noche: la oscuridad y el silencio se inundan, se mezclan, son la misma cosa. Con los dientes, destapa la botella. La empina, apenas primero, del todo después, hasta agotarla. Habrá que levantarse nomás, piensa. Va, descalzo, hasta la cocina. Tantea de memoria en el bajo mesada, hasta que da con una botella solitaria. Aún una botella más, la últim...