Araceli Otamendi
El Día de San Valentín (II) El redoble de los tambores ahi en la playa, las fogatas cercanas que los adolescentes han iniciado en la noche, el sonido de alguna guitarra, el canto de los pájaros van anunciando el alba. Salgo a caminar por la arena, Horacio duerme. Cuántas cosas pueden hacer que el dolor de cabeza me parta en dos, cuando las fieras que yacen dormidas en el inconsciente empiezan a golpear como el sonido de esos tambores. Fieras, preparadas para salir en cualquier momento. ¡Malditos animales! Se enroscan en el fondo del alma, un descuido y saltan. Será por eso que camino ahora cerca del mar, miro el horizonte, lavo mis pensamientos con el verde y el azul del agua. Horas atrás, apenas algunos días hace, se ha casado Laura. Fue hace poco, el 14 de febrero, Día de San Valentín, que según dicen, es el día de los enamorados. Debe ser una de las últimas deudas que había que pagar. Recién empieza el año y estoy en la arena, bordeando el agua, haciendo el primer balance, el debe y