Cristina de la Concha Ortiz
Miradas* Al ir de regreso a casa miré, ya se había hecho inevitable, tenía que hacerlo. Allí estaba, en su esquina acostumbrada. Me detuve para pasar el tope sin quitarle los ojos de encima. Atraía enormemente mi atención. Me miró indiferente con sus ojitos maltratados, su cara parecía enrojecida por la vestimenta o acaso por la displicencia que le causaba esa forma de vivir en medio de cajas y papeles, de latas y botellas, todo en perfecto orden colocado en su recoveco de la esquina de esa calle. En un principio, cuando descubrí su existencia, trataba de no verla, después lo hacía de reojo, pues no podía evitarlo, escondiéndome del alcance de su vista, disimulando. Un día, me percaté de que a ella no le importaba. Ahora, la veo cada vez que paso y eso es casi todos los días. Cruzamos las miradas y continúo mi camino. (c) Cristina de la Concha Ortiz Tulancingo - México *Miradas está publicado en el libro Historia de un...