Araceli Otamendi

Silke, La suma sacerdotisa (Muestra Arcanos en seda) Lucía y la adivina* A compaño a Lucía a la casa de una adivina. Lucía es una mujer relativamente joven, estará cerca de los cuarenta, no los aparenta salvo por el gesto demasiado serio que permanece invariablemente en su cara, casi nunca se ríe. En realidad la adivina es una mujer que tira las cartas. Proliferan en Buenos Aires. Nunca había ido a un lugar así. No sé por qué Lucía me eligió a mí para que la acompañe, no creo en ese tipo de cosas, tal vez se sienta más segura si va con alguien. El problema de Lucía es que el marido, más joven que ella, buen mozo y simpático es un hombre con suerte. Le va bien en su profesión y Lucía está siempre expectante. Teme que se lo roben. Teme que le hagan algún maleficio, que alguien con poderes mágicos y no tan mágicos lo aleje de ella. La casa de la adivina queda en un barrio de Buenos Aires, algo alejado, es un departamento antiguo, modesto. Cuando entramos...