Parafraseando Réquiem por un mundo desfallecido - Javier Claure Covarrubias

Javier Claure C. Tío de la mina ilustración de Sandra Berg Mozard Todo era transparente a mi alrededor. Yo estuve en el vientre de mi madre nadando en el líquido amniótico durante varios meses. Yo era rebelde desde mi gestación. A veces me daba vueltas como un astronauta. Otras veces, me desplazaba hacia la izquierda provocando una leve punzada. De pronto llegaron las contracciones, mi madre pujaba con fuerza y lágrimas caían por sus mejillas. Finalmente rodó la envoltura, y llegué a este mundo de alegrías y de dolor. Yo nací en un lugar en donde las palliris, a la intemperie, martillan y martillan las piedras como Penélopes del altiplano; para encontrar el dorado de sus sueños. Pero en el dobladillo de sus polleras encuentran las cruces de su existir. En ese mismo lugar misterioso, plateado por el estaño, sale el Tío de la mina, todas las noches, con su farolito rojo amarillo verde. Corre por la calle Junín, y cuando llega a la altura donde se encontraba la cruz verde grit...