Está prohibido echar a volar cometas - Márcia Batista Ramos
imagen: Elba Bairon, esculturas* |
Márcia Batista Ramos |
El 18 de agosto, nuestro país conmemora la fiesta de
la independencia británica, ya pasan ciento y dos años de que los ingleses se
fueron; y la abuela Samira, que ya está tan vieja cuanto el tiempo, dijo que no
conoció paz en sus largos años de vida. Porque nuestro país, siempre estuvo
acechado por el mal, y muchos milicianos, prometiendo paz, cuando apenas, vinieron
a matar a nuestro pueblo, y a traficarcel opio, y a robar nuestra paz.
En los últimos años los bombardeos fueron tantos, que
las abejas dejaron de producir miel y ya no pudimos exportar, ni consumir el
oro dulce que ellas nos dejaban.
Nuestros campos están muy pobres, ya no recuerdan los
tiempos productivos, cuando las ovejas pasteaban bajo los olivos durante dos o
tres meses, después, los frutos maduraban y la cosecha era abundante.
Las guerras que arrastramos desde el siglo pasado,
parecen que acabaron hoy, domingo. Porque los “estudiantes” (se llaman así en
su idioma) tomaron la capital, después de arrasar con miles de vidas a su paso.
Ahora, ellos vuelven victoriosos al gobierno, de un país que no consideran suyo
y que no saben, exactamente, qué hacer para promover el desarrollo y llegar a
ser bien vistos a los ojos del mundo.
La abuela Samira, me contó que Mansur, el hijo de su
hermano menor, llegó ayer con su familia desde una provincia del sud, cerca de
Kandahar, todos están muy asustados, abandonaron su casa y sus tierras porque
los “estudiantes”, llegaron a su pueblo como cerdos salidos del infierno:
violando a todas las mujeres y niñas que lograban capturar. Dijo que su vecino
Abbas, mató a su propia hija delante de todos, para que los “estudiantes” no la
toquen y con toda su furia les gritó:
- “¿Para eso
quieren gobernar? ¿Para ultrajar a mujeres y niñas? ¡Mátenme, cerdos, ya no
podrán tocar a mi hija!”
Y ellos se retiraron empuñado fusil, con sus barbas
largas… No les gustó ser enfrentados, ellos harían cosas peores con la linda
hija de Abbas, pero no les gusta que nadie les diga violadores. No les gusta
que les digan la verdad, porque ofende su complejo de correctos, de salvadores
de la patria.
El señor Abbas, logró hacer unos cuatro disparos antes
que lo maten, pero quedaron cuatro “estudiantes” muertos. Entonces, fue cuando
Mansur decidió venir con su familia para estar cerca de los parientes, si algo
le pasa.
Estoy dolida, así como todas las mujeres del país e
igualmente están sufriendo los hombres que son hijos de Dios, porque las
noticias de las atrocidades que los “estudiantes” vienen cometiendo a su paso
son aberrantes;
cometieron un brutal
atentado en una maternidad… Y dicen que quieren construir un país seguro…
Mi madre con los ojos llenos de lágrimas dijo que,
desde hoy todo será distinto, hay que cumplir un estricto código social. Ella sabe muy bien, pues ella
ya vivió cuando ellos gobernaron anteriormente y dijo que, si cumplimos las
nuevas Leyes, no seremos azotadas, ni maltratadas públicamente.
Entonces ella quemó algunas ropas coloridas que
tenemos, algunos shorts y vestidos cortos, también nuestros cosméticos (nos
dijo que a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los
dedos), asimismo, quemó nuestros zapatos con tacones, que pueden producir
sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer, según los
“estudiantes”).
Mi hermana está llorando inconsolablemente. Ya no podremos seguir estudiando en la universidad o
cualquier otra institución educativa, debemos dejar de practicar deportes,
ninguna mujer volverá a entrar en cualquier centro o club deportivo o montar en
bicicleta, motocicletas o caballo.
No logro llorar, creo que estoy en estado de choque
pues, de alguna manera no estoy asimilando el estricto código social a que
debemos regirnos, que incluye graves restricciones a la libertad de
circulación, expresión y asociación de la mujer, evidenciando un trato
marginal, atentatorio a los derechos humanos y misógino.
Son muchas las vejaciones a las que nos someten con la
excusa de “protegernos y sacralizarnos”, son indecibles.
En este preciso instante, tengo la sensación de que es
una pesadilla todo el retroceso que representa a nivel de garantías a los
derechos individuales de todas las mujeres. Todo eso es, indiscutiblemente,
criminal. Ya que bajo las reglas de los “estudiantes” las prohibiciones para
las mujeres reflejan odio y aversión a nosotras, a niveles enfermizos.
Nuestro país es pobre, los consecutivos años en guerra
nos hicieron más pobres, muchos hombres murieron y otros tantos están
mutilados, pero, los “estudiantes” prohíben, completamente, el trabajo femenino
fuera del hogar, que igualmente se aplica a profesoras, ingenieras y demás
profesionales. Sólo médicas y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos
hospitales,
bajo pena de ser azotadas,
golpeadas y abusadas verbalmente por contravenir a las reglas
La lista de exclusiones es larga y todas las mujeres
debemos someternos. Ya no podremos reír en voz alta (ningún extraño debe oír la
voz de una mujer); hablar o estrechar las manos a varones que no sean “mahram”;
y de subir en taxi sin un dueño y guardián; tener presencia en la radio, la
televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
Tampoco, nos permiten ser fotografiadas o filmadas.
Estamos prohibidas de usar indumentarias de colores vistosos, lavar ropa en los
ríos o plazas públicas y acceder a los baños públicos.
Para cada prohibición viene un castigo cruel, por
ejemplo, reciben azotes en público aquellas mujeres que no oculten sus
tobillos.
No sé si logro explicarme, yo y todas las mujeres de
todas las edades, desde el domingo 15 de agosto del año 2021, estamos privadas
de libertad en nuestro país, por el hecho de ser mujeres. Ya no podremos cantar
o hacer una selfie, escribir un poema o salir a tomar un helado…
Se me olvidaba:
Está prohibido echar a volar cometas.
(c) Márcia Batista Ramos
Márcia Batista Ramos, nació en Brasil, en el Estado de Rio Grande do Sul en mayo de 1964. Es licenciada en Filosofía por la Universidad Federal de Santa María (UFSM)- RS, Brasil. Vive hace más de un cuarto siglo en Bolivia, en la ciudad de Oruro. Es gestora cultural, escritora y crítica literaria. Columnista de la Revista Inmediaciones, La Paz, Bolivia y Columnista del Periódico Binacional Exilio, Puebla, México, además. Colaboradora Revista Dominical, Periódico La Patria, Oruro; es colaboradora de varias revistas culturales en diferentes países.
Está incluida en el DICCIONARIO CULTURAL BOLIVIANO;
Anexo en Diablo- Diablada De Oruro Al Mundo – Antonio Revollo Fernández (2019);
Tiene cuentos, ensayos, crónicas, novela publicadas en libros y antologías.
Publicaciones en revistas y Blogs: Revista Regatul Cuvantului, Rumania; Faro Cultural Santa Cruz, Santa Cruz, Bolivia; Revista Oxímoron, Sucre, Bolivia; Revista Plaza Catorce, Cochabamba; Revista Culturel, El Salvador; Letras Itinerantes, Colombia; Musuq Nuna, Bolivia; Centro Cultural Francisco Solano, Argentina; Revista Tabaquería, México; Revista poética "Azahar" de España; Revista Paréntesis, México; Piedra y Nido, Argentina; La Literatura del Arte, Paris, Francia; Revista Relieves, Argentina; Revista Brevilla, Chile; Movimiento Poético Riba –Turia, España; Leamos cuentos y crónicas BLOSSPOT. COM, Argentina; Plumas Hispanoamericanas, Santiago de Chile, Chile; Bajootroscielos, Barcelona, España; El Espectador, Bogotá, Santiago de Chile, Chile; Bajootroscielos, Barcelona, España; El Espectador, Bogotá, Colombia; Revista Km0, Argentina; Alpiedelapalabra, Argentina; Bloghemia, Argentina; Nube Cónica, Chile. Ha publicado varias colaboraciones en la revista Archivos del Sur
*Elba Bairon, esculturas (de la muestra en el Malba). Elba Bairon es una escultora nacida en La Paz, Bolivia
Comentarios