El acantilado - Cecilia Vetti
imagen diseño por IA Cada vez que ella se marchaba, era como una mutilación, mi cuerpo quedaba detenido y al momento oscilaba en el aire buscando una salida para retenerla. Solía gritarle cuandollegaba al camino pedregoso y casi deseaba que cayera por el acantilado y así, desesperada,pudiera necesitar mi ayuda. Ella tenía su vida y sus obligaciones, nada podría detenerla. En esos momentos solo existía su hijo esperándola en el internado. ¿Cómo la esperaría él? Ni siquiera tendría una marca en el cuerpo o un ojo amoratado. Era un chico muy inteligente. Alguna vez, yo la había oído cantar por la mañana, con esa entonación que elevaba el alma hasta causarme dolor. ¿Qué podía saber de ella ese niño? Una maestra cariñosa seguro que le causaba más contento que el de su exigente madre. Pensaba en el niño, él no tendría la intención de que ella se cayera entre las piedras para retenerla…era su madre. En mí cabían tantas cosas que ni yo mismo conocía, un cuerpo t...