Eva Jungman de Abadi
La venganza
“Porque no es verdad que el tiempo
cure todas las heridas.”
Stig Dagerman
Como todos los atardeceres, Juana volvió a la orilla. Sabía que el viejo estaría, exactamente donde ella lo había dejado. De cara, frente al mar.
Caminaba lento, disfrutando de la textura incisiva de la arena en sus pies. Pensó en lo curioso de aquella conjugación, en la extrañeza de sentir dolor y placer a la vez. Y pensó en lo que vendría.
Estaba. El viejo estaba. Y la miraba llegar.
Con movimientos estudiados, Juana apoyó la túnica y su traje de baño sobre el toallón descolorido. A pesar del rumor del agua, oía a los niños de la familia. No podía verlos, pero los imaginaba: corrían y gritaban entre los pinos. Eran muchos. Los hijos de los hijos de los hijos...
Y recordó a sus primos y hermanos corriendo y gritando igual que ellos, esa tarde en que su abuelo todavía no era un viejo y ella todavía no era una mujer. Y el olor a alcohol. Y el cielo dando vueltas. Y su desconcierto: “Sos tan fantasiosa, Juana”.
Se entregó a la violencia del mar. Fue dejando que las olas la sacudieran hasta el alivio. Con el viejo paralizado en su silla de ruedas como único testigo.
Juana salió desnuda del agua, a la brisa fría del anochecer. Juntó su ropa y se envolvió en el toallón.
Todavía en las dunas, oyó la campanada: llamaban a comer. Apuró el paso. Quería darse una ducha antes de la cena.
Entró por la puerta de atrás. Desde su cuarto podía percibir la agitación que había en la casa: el abuelo había desaparecido. Se vistió, se peinó frente al espejo y salió, con el resto, a buscarlo.
Lo encontraron en la playa. Nadie entendía cómo había hecho para llegar hasta allí. Aún temblaba.
(c)Eva Jungman de Abadi
Buenos Aires
La venganza resultó finalista en el concurso de cuentos Contra toda violencia hacia la mujer organizado por la revista Archivos del Sur
acerca de la autora:
Eva Jungman de Abadi es argentina naturalizada, nacida en Austria vive en Buenos aires desde los 8 meses.
Es Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación, titulada en la Universidad de Buenos Aires (1976-1981) con formación de postgrado en psicopedagogía (Escuela de Psicopedagogía Clínica, 1979- 1985) y en psicoterapia (Escuela de Graduados de Psicoterapia, 1986- 1990) con especialización en psicología educacional y educación para la salud.
Se desempeñó como consultora educacional en temas relacionados al fortalecimiento de las redes de convivencia, la educación para la salud y el desarrollo de liderazgo personal y social, en especial en el ámbito de la educación.
consultora organizacional en temas relacionados al liderazgo y al fortalecimiento de equipos y redes de trabajo y cooperación.
coordinadora de una red de profesionales y organizaciones dedicadas a la atención y prevención de diferentes problemáticas relacionadas con la adolescencia.
Como profesional de la educación publicó el libro: “Adolescencia, tutorías y escuela”, Edit. Noveduc, en 2007.
Dice la autora: "Escribir ficción ha sido, para mí, un deseo y un desafío postergado que recién a partir del 2006, decidí encarar sistemáticamente. Durante ese año asistí al taller literario coordinado por Marcelo Di Marco"
A partir del 2007 forma parte del Taller Tangerina, coordinado por la poeta argentina, Ana Guillot
Cursa el 4º nivel de la Formación en Narrativa de Casa de Letras.
finalista del Concurso Literario 2010, convocado por la Editorial Ruinas Circulares.
imagen: Alfredo Volpi, (fragmento)
“Porque no es verdad que el tiempo
cure todas las heridas.”
Stig Dagerman
Como todos los atardeceres, Juana volvió a la orilla. Sabía que el viejo estaría, exactamente donde ella lo había dejado. De cara, frente al mar.
Caminaba lento, disfrutando de la textura incisiva de la arena en sus pies. Pensó en lo curioso de aquella conjugación, en la extrañeza de sentir dolor y placer a la vez. Y pensó en lo que vendría.
Estaba. El viejo estaba. Y la miraba llegar.
Con movimientos estudiados, Juana apoyó la túnica y su traje de baño sobre el toallón descolorido. A pesar del rumor del agua, oía a los niños de la familia. No podía verlos, pero los imaginaba: corrían y gritaban entre los pinos. Eran muchos. Los hijos de los hijos de los hijos...
Y recordó a sus primos y hermanos corriendo y gritando igual que ellos, esa tarde en que su abuelo todavía no era un viejo y ella todavía no era una mujer. Y el olor a alcohol. Y el cielo dando vueltas. Y su desconcierto: “Sos tan fantasiosa, Juana”.
Se entregó a la violencia del mar. Fue dejando que las olas la sacudieran hasta el alivio. Con el viejo paralizado en su silla de ruedas como único testigo.
Juana salió desnuda del agua, a la brisa fría del anochecer. Juntó su ropa y se envolvió en el toallón.
Todavía en las dunas, oyó la campanada: llamaban a comer. Apuró el paso. Quería darse una ducha antes de la cena.
Entró por la puerta de atrás. Desde su cuarto podía percibir la agitación que había en la casa: el abuelo había desaparecido. Se vistió, se peinó frente al espejo y salió, con el resto, a buscarlo.
Lo encontraron en la playa. Nadie entendía cómo había hecho para llegar hasta allí. Aún temblaba.
(c)Eva Jungman de Abadi
Buenos Aires
La venganza resultó finalista en el concurso de cuentos Contra toda violencia hacia la mujer organizado por la revista Archivos del Sur
acerca de la autora:
Eva Jungman de Abadi es argentina naturalizada, nacida en Austria vive en Buenos aires desde los 8 meses.
Es Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación, titulada en la Universidad de Buenos Aires (1976-1981) con formación de postgrado en psicopedagogía (Escuela de Psicopedagogía Clínica, 1979- 1985) y en psicoterapia (Escuela de Graduados de Psicoterapia, 1986- 1990) con especialización en psicología educacional y educación para la salud.
Se desempeñó como consultora educacional en temas relacionados al fortalecimiento de las redes de convivencia, la educación para la salud y el desarrollo de liderazgo personal y social, en especial en el ámbito de la educación.
consultora organizacional en temas relacionados al liderazgo y al fortalecimiento de equipos y redes de trabajo y cooperación.
coordinadora de una red de profesionales y organizaciones dedicadas a la atención y prevención de diferentes problemáticas relacionadas con la adolescencia.
Como profesional de la educación publicó el libro: “Adolescencia, tutorías y escuela”, Edit. Noveduc, en 2007.
Dice la autora: "Escribir ficción ha sido, para mí, un deseo y un desafío postergado que recién a partir del 2006, decidí encarar sistemáticamente. Durante ese año asistí al taller literario coordinado por Marcelo Di Marco"
A partir del 2007 forma parte del Taller Tangerina, coordinado por la poeta argentina, Ana Guillot
Cursa el 4º nivel de la Formación en Narrativa de Casa de Letras.
finalista del Concurso Literario 2010, convocado por la Editorial Ruinas Circulares.
imagen: Alfredo Volpi, (fragmento)
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