El álter ego y la gracia olvidada - Márcia Batista Ramos
Emilio Pettoruti - Armonía- movimiento- spacio |
Márcia Batista Ramos |
Hoy la vida perdió un poco más de
su gracia.
Eran las 7 am y no había sonado
el despertador. Es normal esperar que todo se repita, que salga el sol, que
encuentres agua en el grifo y que puedas repetir, distraídamente, la usanza de
los últimos tiempos.
Hacer lo mismo sin experimentar
el factor sorpresa. No soportas esperar para luego regocijarte con una
sorpresa…
Nunca miras la tele,
especialmente porque a ti no te gusta la política, ni el futbol, peor las
clases de cocina televisada. Cualquiera diría, que no te gusta nada.
Te gustaba leer, antes de que el
mundo fuera mundo. Eso yo lo sé. Te gusta leer. A noche leías el poema de
Huidobro y te quedaste dormido. No es que no te guste… por gusto, por simple
gusto, ya leíste unas veintitrés o veinticuatro veces el poema entero. A noche
pasó algo. A noche te quedaste dormido, en el canto I.
“¿(…) por qué perdiste tu primera
serenidad? / ¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa /Con la espada
en la mano?”
Tu inconsciente es el lugar en
que se almacenan todos aquellos recuerdos que deseas apartar y que no son
accesibles conscientemente. Es dónde guardas, las cosas que nunca hablas. O la
verdad verdadera, de todo aquello que haces público.
En nuestra adolescencia
inmaculada, creíamos que había un único camino…1977 o 78. Escuchábamos música
toda la tarde y por las noches, apenas dormíamos. Los primeros cigarrillos,
rara vez, alguna hierba mala… la seguridad de ser uno y ser millones, sin saber
de lo agridulce que es la vida. Éramos felices y ni sabíamos. Después,
empezaste a percatarte de tantas cosas. Te volviste rebeldía, más por imitación
que por conciencia…
Nunca rezaste. No crees en
plegarias muertas… ¿A noche te vi de rodillas rezando? No sabes todo lo que te
pasa, no lograste alcanzar el silencio, ni por un minuto, una única vez.
“¿Quién sembró la angustia en las llanuras de
tus / (ojos como el adorno de un dios?”
Vaya, vaya lloras mientras
planeas… Ni siquiera logras tocar el piso, permaneces flotando en el “8vacío”.
Y te duele mucho y lloras.
“¿Por qué un día de repente
sentiste el terror de /ser?”
¿Recuerdas? La muerte te abrazó
cuando la buscaste. Todos corrieron a separarlos y el abrazo se diluyó,
trayendo el silencio mojado por lágrimas…Sin redimirte o purificarte,
descubriste tu propio caos lumínico de ser humano.
Tanto desencanto amontonado. Los
días no siempre fueron dorados, algunas veces no llegó la primavera, te dejaste
estar: “Y esa voz que te gritó vives y no te ves vivir” era mi voz que te
llamaba para que no me dejes así: tan solo, tan triste, tan quieto; mirando al
espejo tratando de reconocerme o identificarte, para encontrarme, entre tantos;
en ese doble espejismo, que quita la solidez de nuestro mundo externo y que se
disipa cuando, creemos que no existe por si, que existe por nosotros.
“¿Quién hizo converger tus
pensamientos al cruce / (de todos los vientos del dolor? A penas te callas, no
/Se rompió el diamante de tus sueños en un mar / (de estupor”
No pasó nada. Todo está bien.
Apenas nos volvimos extraordinariamente (im)previsibles. Tal vez, porque no nos
comprendieron o no nos comprendimos, desde los presupuestos más adecuados,
porque eres (insostenible). De carácter disperso, distraído, ansiosamente
distraído. Y te debates en la angustia de existir. “(…) morirás Se secará tu
voz y serás /(invisible”
Ya no estaré, ni los otros, que
te acompañamos en vida, haciendo eco en tu mente. Hablando cuando te callas,
cuando buscas silencio… Presentándome
ante ti, a veces, a través de los sueños, de los símbolos y del lenguaje de los
arquetipos, otras veces, por medio de la conducta motivada y, accidentalmente,
de los lapsus verbales. Ya no estaré cuando mueras. Tu mente, por fin, será
solo silencio.
Tal vez, puedas recordar que a
noche pasó algo. A noche te quedaste dormido, en el canto I. No terminaste tu
lectura. Habías orado de rodillas la plegaria petrificada, por otras voces, en
el tiempo.
Y hoy la vida perdió un poco más
de su gracia.
Ya sabes que uno de nosotros
existe como un individuo separado, que ve el mundo a través de sus propios
ojos, conoce los límites que lo separa de los demás y del mundo que le rodea, y
asume dicha separación en su pensamiento y en su modo de interactuar con el
entorno. Por eso tú escribes mientras caes.
“Piensas que no importa caer
eternamente si se / (logra escapar/¿No ves que vas cayendo ya? /Limpia tu
cabeza de prejuicio y moral /Y si queriendo alzarte nada has alcanzado /Déjate
caer sin parar tu caída sin miedo al fondo / (de la sombra /Sin miedo al enigma
de ti mismo”
Ahora te preguntas por la
trascendencia, que abrirá las dimensiones para una experiencia del (no)
fundamento y para la poesía como consumación, como no ser.
Tu posición es elevada, te
encuentras en el espacio sideral y, empiezas a caer: “Cae /Cae eternamente /Cae
al fondo del infinito /Cae al fondo de ti mismo /Cae lo más bajo que se pueda
caer /Cae sin vértigo /A través de todos los espacios y todas las edades”
Mientras caes, piensas que: ¿y si
no hubiera nada ahí afuera que pudiésemos reconocer como separado de nosotros
mismos?
Tú no serías tú, y yo no sería
yo, y tú caída sería sin fin. No podríamos conceptualizar nuestra noción del
yo, pues no habría un ser delimitado en el que pensar. No tendríamos medio para
determinar que somos distintos del mundo que nos rodea.
Mientras caes amanece en el mundo
de signos y códigos. Y tú no sabes qué pasó anoche y te dejas caer, mientras
ves que “/Cae en infancia /Cae en vejez /Cae en lágrimas /Cae en risas”
¿Dónde está la gracia? ¿Tu
elegancia, tu postura, tu arrogancia tu garbo? ¿Dónde me olvidaste a noche?
“(…) Estás solo /Y vas a la muerte
derecho como un iceberg que / (se desprende del polo /Cae la noche buscando su
corazón en el océano /La mirada se agranda como los torrentes \Y en tanto que
las olas se dan vuelta /La luna niño de luz se escapa de alta mar”
¿Huidobro, te preguntaste, por
qué nos llamaron Vicente?
Está incluida en el DICCIONARIO CULTURAL BOLIVIANO;
Anexo en Diablo- Diablada De Oruro Al Mundo – Antonio Revollo Fernández (2019);
Tiene cuentos, ensayos, crónicas, novela publicadas en libros y antologías.
Publicaciones en revistas y Blogs: Revista Regatul Cuvantului, Rumania; Faro Cultural Santa Cruz, Santa Cruz, Bolivia; Revista Oxímoron, Sucre, Bolivia; Revista Plaza Catorce, Cochabamba; Revista Culturel, El Salvador; Letras Itinerantes, Colombia; Musuq Nuna, Bolivia; Centro Cultural Francisco Solano, Argentina; Revista Tabaquería, México; Revista poética "Azahar" de España; Revista Paréntesis, México; Piedra y Nido, Argentina; La Literatura del Arte, Paris, Francia; Revista Relieves, Argentina; Revista Brevilla, Chile; Movimiento Poético Riba –Turia, España; Leamos cuentos y crónicas BLOSSPOT. COM, Argentina; Plumas Hispanoamericanas, Santiago de Chile, Chile; Bajootroscielos, Barcelona, España; El Espectador, Bogotá, Colombia; Revista Km0, Argentina; Alpiedelapalabra, Argentina; Bloghemia, Argentina; Nube Cónica, Chile.
Imagen: Emilio Pettoruti armonia-movimento-spazio
(disegno astratto), 1914
carbonilla y lápiz sobre papel
44,8 x 57,9
Colección Eduardo F. Costantini,
Buenos Aires
Publicado en:
https://revistaarchivosdelsur-muestrasarte.blogspot.com/2011/05/se-inauguro-la-muestra-pettoruti-y-el.html
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