Seis microrrelatos - Araceli Otamendi

 

(c) Federico Zorzoli
imagen: (c) Federico Zorzoli
@fedez88888

El sueño de Chuang-Tsu y la mariposa

Soñó que soñaba con Chuang- Tsu, que había soñado con una mariposa. Al despertar, en el sueño que soñaba con Chuang- Tsu se encontró con las alas desplegadas.



Epifanía

Buscó la palabra Epifanía en el diccionario y se encontró con el regalo de los Tres Reyes Magos.

 

La otra casa

 

Me fui a vivir a la casa de enfrente, parecía deshabitada. Me instalé ahí y empecé a vivir otra vida. Y desde la ventana de la casa de enfrente veía mi vida y pensaba por qué tanto tiempo en cambiar. En mi vida anterior no me escuchaba, seguía viviendo ahí. Ahora vivía en pasado y presente. Para recordar el pasado, cruzaba a mi casa anterior, olvidándome de la nueva casa. Me empapaba en recuerdos y volvía a cruzar. Y de nuevo era yo y mi vida actual.

 

El odio

Llevaba años con el odio oprimiéndole el corazón, le guardaba rencor y quería escribir una nueva página en su historia, borrar lo anterior, que no quedara ningún rastro.  Empuñó un revólver, se introdujo en la máquina del  tiempo y lo buscó,  estaba ahí, como siempre, con esa sonrisa sarcástica. Ella le disparó tres tiros, se aseguró que  estuviera bien muerto. 

Enseguida volvió al presente, alguien tocó su hombro:

-      Es tarde, dijo él con un hálito helado.

 

Los muertos

 Me persiguen los muertos, me acechan. Se presentan en mis sueños sin avisar. Tanta presencia de ellos me da miedo, tienen la mala costumbre de resucitar.

 

El sueño de Facundo

El general Facundo Quiroga subió al coche. Miró el cielo estrellado, escuchó el relincho de un caballo. También ladridos de perros a lo lejos.Mentalmente empezó a escribir una historia que lo tenía a él por protagonista. No tenía papel ni lápiz en ese momento. Esa noche, durante el viaje soñó, en el sueño moría de muerte violenta y despertó. Pensó entonces que para la historia que había imaginado el final podría ser ése.

No imaginó que los asesinos estuvieran tan cerca.

Tampoco imaginó que otro después escribiría su historia y que su nombre y su fama llegarían tan lejos.

 

© Araceli Otamendi

 https://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/p/araceli-otamendi-escritora-y-periodista.html



Comentarios

Entradas populares de este blog

Lamento por Manuel Araya* - Reinaldo Edmundo Marchant

La vida es un milagro* - Fabián Ramella

Desarme - Araceli Otamendi