Ana María Manceda

Un concierto en la bahía Estaba la Bahía , el mar viajaba calmo arribando a la playa en suaves olas, llegando quién sabe desde que puntos lejanos del océano. Las montañas coronaban el paisaje, los barcos pesqueros iban en sentido contrario a las olas en busca de los frutos del mar. En la playa, una mujer con un niño en brazos saludaba a uno de los pescadores que partía a su trabajo. Juan sacó la luna del paisaje, tomó un medio sol color herrumbre y lo colocó hacia el este, de tal manera que asomara entre la cima de las montañas. Ahora sí tenía sentido la escenografía, era un perfeccionista. Para él tocar el violín era un acto religioso, tenía que existir un equilibrio entre su estado espiritual y la armonía en los colores y disposición de los objetos que...